Motivando a otros estudiantes a seguir sus pasos, joven graduada regresa a su comunidad
Esmeralda Fabián Romero | February 1, 2017
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Cuando se es la primera en la familia en poder asistir a la universidad y se ha crecido en una comunidad desfavorecida, donde no muchos estudiantes aspiran a salir de ahí, Carolina Martínez Orozco tuvo el reto de demostrar que si es posible aspirar a más sin dejar atrás a tu comunidad.
“Siempre fue mi meta ir a la universidad fuera de Los Ángeles para enfocarme en mis estudios, pero también siempre fue mi plan regresar a mi comunidad”, cuenta Martínez, quien recientemente se graduó de Smith College, una universidad privada para mujeres en Northampton, Massachusetts.
“Si me hubiera quedado en Los Ángeles creo que no me hubiera podido enfocar cien por ciento en mis estudios, por eso decidí salir y conocer otro ambiente”, recordó la mayor de cuatro hermanos, hija de inmigrantes mexicanos.
Ella nació y creció en el área de Watts al Sur de Los Ángeles, un vecindario considerado peligroso y con pocas oportunidades de superación. Antes de ir a la universidad, Martínez asistió a escuelas públicas del distrito Escolar unificado de Los Ángeles (LAUSD), primero a la primaria 96th Street, luego a la secundaria Charles Drew y finalmente se graduó de la escuela magneto perteneciente a la Jordan High School.
Su idea de regresar a su comunidad una vez que se graduara de la universidad se convirtió en una mission para ella, porque no solo quería regresar para estar cerca de su familia, también estaba decidida a ayudar a que otros jóvenes estudiantes siguieran sus pasos.
“No todos los que salen de aquí quieren regresar. En mi caso yo siempre supe que podia hacer una diferencia en mi comunidad,”dijo.
Fue así como desde su último año universitario, ella solicitó poder ser parte de City Year Los Angeles, una organización celebrando su décimo año en el LAUSD que recluta a jóvenes graduados de la universidad para convertirlos en mentores y tutores en escuelas de bajos recursos mas desfavorecidas del LAUSD, ayudando a miles de estudiantes a graduarse de la preparatoria.
De acuerdo con City Year, uno de cada cuatro estudiantes deja la escuela sin graduarse. Los estudiantes que reciben intervención temprana y apoyo individualizado uno a uno antes del grado 10, tienen cuatro veces más posibilidades de graduarse.
Martínez solicitó convertirse en uno de esos mentores esperando que con un golpe de suerte le fuera asignado trabajar con estudiantes de su comunidad en Watts, y así fue.
“Cuando yo estudié en Jordan no estaba City Year, no esperaba que fuera possible pero cuando me asignaron ahí me di cuenta de que mi misión estaba completa, me sentí muy feliz”.
También los estudiantes que ahora ayuda están felices de contar con un mentor como Carolina, una de ellas es Maricela Merino, quien cursa el grado 9 en Jordan High School y antes de conocer a Martínez, ella dijo sentirse desmotivada en sus estudios porque simplemente no podía ponerse al corriente con sus clases, principalmente en matemáticas.
“Carolina hace que la clase de matemáticas sea más fácil para mi. Se sienta a mi lado durante las clases o después de escuela, me explica y hace que sea más fácil para mi aprender”, dijo la estudiante.
Durante el tiempo que Martínez pasa con Merino, se ha convertido en un modelo a seguir para ella. “Quiero viajar como Carolina, hacer mi mejor esfuerzo para ir bien en la escuela. Me siento muy cómoda platicándole mis cosas, me motiva bastante”, compartió.
Merino ahora tiene la meta de ir a la universidad al igual que su mentora y convertirse en una trabajadora social algún día. Y se ha recuperado de sus bajas calificaciones. Dice que desde que recibe el apoyo de su tutora, ha pasado de una calificación de F a una B en matemáticas. “Todo gracias a ella”, aseguró.
City Year reportó que los estudiantes que reciben apoyo de sus mentores tienen tres veces más probabilidades de obtener mejores resultados en sus pruebas estandarizadas de inglés y matemáticas, así como la oportunidad de terminar la preparatoria.
Cerca de 300 mentores asisten estudiantes en un total de 28 escuelas primarias, secundarias y preparatorias de Los Ángeles, incluyendo Mendez High School, Jordan High School, Santee High School, and Carver Middle School, entre otras, a través de esta organización.
Martínez cree que la falta de motivación como la que tenía Merino es el problema más común entre estudiantes de su comunidad. “La mayoría cree que no hay futuro después de graduarse de high school”. Ella asume que al no haber una gran diferencia de edad entre ella y los estudiantes a los que ayuda, esto le permite acercarse a ellos y darles la confianza de contarle sobre los muchos retos que tienen que enfrentar dentro y fuera del campus escolar.
“Es difícil de creer que estudiantes de tan solo 14 años estén pasando por tantos retos no solo académicos y en su vida personal. Lo mejor que puedo hacer por ellos es escucharlos y apoyarlos a no darse por vencidos y que sigan con su educación”, dijo Martínez, quien una vez que cumpla su trabajo de 2 años con City Year planea prepararse para convertirse en una consejera de preparatoria dentro de su comunidad.
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