Estudiantes universitarios latinos de primera generación quieren un título universitario pero ¿qué se los impide?
Esmeralda Fabián Romero | June 19, 2017
Your donation will help us produce journalism like this. Please give today.
El número de estudiantes universitarios Latinos es ahora mayor que nunca, pero como grupo siguen luchando por graduarse de la universidad.
Los estudiantes que están obteniendo sus diplomas esta primavera tienen mucho que celebrar, especialmente puesto que aumenta lentamente el número de universitarios Latinos que se gradúan —se elevó sólo en 7 puntos porcentuales en dos décadas. En 1995, nueve por ciento de los universitarios Latinos lograron graduarse; en 2015, esa cifra sólo se elevó a 16 por ciento, según The Condition of Education (La Condición de la Educación), un reporte ordenado por el Congreso y emitido por el National Center for Education Statistics (NCES) (Centro Nacional de Estadística de la Educación). En comparación, alrededor del de blancos completaron la universidad.
Para la primera generación de universitarios latinos es todavía más difícil, hasta siquiera concluir su primer año en la universidad.
“La Universidad es difícil, pero los estudios no son la parte más difícil de ser una estudiante universitaria de primera generación Latina”, dijo Brenda Contreras, una universitaria Latina de primera generación en Sacramento State University e integrante de Students for Education Reform (Estudiantes en pro de la Reforma Educativa).
Y añadió, “Desearía haber sabido que cursar la universidad no es sólo presentarse a clase y hacer el trabajo. Para mí, como estudiante de color de primera generación, la universidad ha sido un mundo totalmente nuevo para el que no estaba preparada”.
Según la primera encuesta nacional en su clase, realizada por Students for Education Reform (SFER), una organización nacional de estudiantes universitarios que lucha por justicia en la educación, 72 por ciento de los estudiantes universitarios creen que una educación universitaria es su “boleto para salir de la pobreza”.
Reconociendo esos retos, una red de escuelas chárter de Los Ángeles, PUC Schools (Partnership to Uplift Communities), ha desarrollado un programa de Introducción a la Universidad para estudiantes senior (de último grado de preparatoria), que se llevó a efecto la semana pasada por tercer año consecutivo. Como parte de este programa, 350 estudiantes senior asistieron a un evento el jueves pasado en el PUC Sylmar Education Complex, donde recibieron información y otros recursos para ayudarles a permanecer en la universidad por lo menos el primer año de la carrera, cuando es más probable que deserten.
Se trataron aspectos tales como cómo acceder a los servicios de salud y cómo planear su trabajo académico, y también cómo evitar “perder el interés por la universidad durante el Verano (el llamado “summer melt”) –cuando los estudiantes que se han comprometido con las universidades y han completado su apoyo de financiamiento pierden su motivación durante el verano y no regresan a la universidad en el otoño.
Las escuelas PUC, que sirven al 95 por ciento de la población estudiantil latina, tiene un índice de persistencia en primer año de 60 por ciento, que es igual al promedio nacional, pero mucho más alto que el índice promedio para estudiantes latinos, conforme a PUC, en parte como resultado de su programa—LA Unified no compila datos de los estudiantes que van a la universidad.
“Ese primer año en la universidad fue muy difícil y totalmente le doy crédito a este programa para ex-alumnos de preparatoria por ayudarme a pasar estos complicados bache”, expresó Kevin Soto, ex-alumno de Escuelas PUC, quien inicia su segundo año (sophomore year) en Cal State Northridge este otoño.
Soto prosiguió diciendo, “Saber que la comunidad de PUC—los directivos de la escuela, los ex-alumnos y el grupo que se graduó conmigo—siempre estaban allí para mí me dio fortaleza y siempre tuve presente que yo poseía los atributos para un buen desempeño en la universidad. Me hace tan feliz poder ahora retribuir el apoyo y ayudar a esta última generación de graduados a tener éxito en su desempeño”, dijo Soto.
“El primer año en la universidad es el más crítico. Si podemos apoyar a los estudiantes de primer año a sostenerse el primer año, sus probabilidades de perseverar aumentan significativamente”, declaró en un correo electrónico Vickie Morales, encargada de relaciones de ex-alumnos de Escuelas PUC. “Queremos que los estudiantes desistan de desertar como la única opción por no poder dilucidar cómo auto-defenderse o cómo canalizar sus preocupaciones. Algunas veces una simple llamada ayuda al estudiante a permanecer en la universidad”.
La encuesta SFER también reveló que el 36 por ciento de los estudiantes universitarios de primera generación sienten que la educación recibida en preparatoria no los preparó para la universidad. Y a la mayoría de ellos les hubiera gustado aprender otras capacidades como educación financiera, cómo conducirse en entrevistas de trabajo, cómo elaborar un currículum y cómo manejar el estrés.
“Razones no académicas como confusión sobre apoyo financiero, proceso de reinscripción para el año siguiente, reservas (hold), y otros factores transicionales—como nostalgia, choque cultural o presión familiar—son la principal causa de la deserción de universitarios”, dijo Morales.
“Estos estudiantes han trabajado arduamente para vencer muchos retos y llegar a la universidad”, dijo Alexis Morín, directora ejecutiva y co fundadora de SFER. “Su perspectiva nos recuerda por qué es tan crítico remover obstáculos y abrir oportunidades y ayudar a más estudiantes de todos los ámbitos a llegar a la universidad y cursar una carrera”.
Traducción al Español financiada por The Eli and Edythe Broad Foundation. LA School Report mantendrá el control editorial absoluto sobre el contenido.