‘No tengan miedo de llevar a sus hijos a la escuela, es su derecho’ dice padre inmigrante que evitó la deportación
Esmeralda Fabián Romero | September 1, 2017
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Después de seis meses de estar privado de su libertad y a un paso de ser deportado, Rómulo Avélica-González, el padre que fue arrestado por agentes de ICE cuando llevaba a su hija a la escuela, fue recibido con mariachi, aplausos y un ambiente festivo el viernes por la mañana en la escuela chárter Academia Avance, al noreste de Los Ángeles.
A sólo dos días de su liberación, Avélica-González quiso participar de una asamblea escolar en la que fue recibido cálidamente por todo el personal de la escuela y sus 400 alumnos de secundaria y preparatoria. Ahí, junto a su familia, su equipo legal y otros activistas comunitarios, este pudo agradecer a la comunidad escolar por todo el apoyo brindado a él y su familia.
“Estoy tan agradecido con toda la comunidad de la escuela y con el director de Academia Avance, el señor Ricardo Mireles por toda la ayuda que nos brindaron. Ellos no dejaron que mi familia decayera y les ayudaron a salir adelante”, dijo Avélica-González, quien fue liberado el miércoles por la tarde del centro de detención de Adelanto.
Avélica-González reconoce que la atención que atrajo su caso debe servir como ejemplo.
“Yo no soy el ejemplo, pero mi caso sí, para que otras familias no pasen por lo mismo. Conozcan sus derechos y sigan adelante”, dijo. “Y sobre todo, sigan con la rutina de llevar a sus hijos todos los dias a la escuela, es su derecho”.
Con veinte libras menos de peso debido a complicaciones con la diabetes mientras estuvo detenido, pero con una evidente alegría en su mirada al verse rodeado nuevamente de su familia, Avélica-González, de 49 años de edad, quiere que su caso no haga que dejen de llevar a sus hijos a la escuela. “Ahi esta la base para un mejor futuro para ellos. Estamos aquí para darles una educación a nuestros hijos”, enfatizo el padre de cuatro hijas ciudadanas americanas.
Por lo que lamentó que los jóvenes beneficiados del programa DACA, que llegaron indocumentados a este país traídos por sus padres siendo menores, estén a la expectativa de perder dicha protección de ser deportados.
“Si quitan DACA es como quitarle la oportunidad un joven de ser bueno, de tener una vida buena por una mala”, opinó Avélica-González. “Sería como borrar sus vidas y tener que nacer de nuevo si los regresan a un país que muchos de ellos ni conocen, ya ni tienen familia. Espero que no pase”.
El inmigrante mexicano, que llegó a los Estados Unidos hace más de 25 años considera que su arresto ocurrió de la manera y el lugar equivocado, mientras llevaba a su hija a la escuela. “No debido pasar así”, dijo.
A él se le concedió la libertad bajo fianza para poder salir del centro de detención, pero su caso aún sigue en proceso. Su esposa Norma ha solicitado la visa U que lo protegería a él también, y de ser aprobada garantizaría la estancia legal de ambos en este país. La visa U se otorga a perosnas que han sido víctimas de crimenes violentos.
La decisión de que acudieran a la escuela chárter Academia Avance, cerca de donde ocurrió el arresto, se tomó “para que tuvieran una mejor atención”, ya que la escuela es considerada como “la mejor opción del vecindario”, dijo Norma.
“Uno viene a este país a buscar un mejor futuro para sus hijos, a que tengan acceso a una educación que en Mexico no podrían tener”, dijo Avélica-González. “Nos la habían recomendado mucho y no nos importa tener que manejar un poco más lejos. Nunca esperamos que nos iba a pasar algo así”.
“Siempre les he dicho a mis hijas, su educación es lo primero y ellas saben hasta donde estoy dispuesto a apoyarlas. Ahora más que nunca”, dijo. “Dos de mis sobrinas se graduaron de Academia Avance con excelentes calificaciones para ir a la universidad y yo quiero lo mismo para mis hijas”.
Que el arresto de Avélica-González haya ocurrido afuera de una escuela fue lo que provocó tanta indignación dentro de la comunidad inmigrante, así como entre líderes educativos y del gobierno.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, escribió una carta en apoyo a Avélica-González tras el arresto, en la que expresó su preocupacion por el incidente.
“La políticas de lugares sensibles son de vital importancia para asegurar que familias inmigrantes y de estatus mixtos se sientan seguras enviando a sus hijos a las escuelas. La atención nacional que ha generado el caso del arresto del señor Avélica- y su posible deportación- solo genera miedos entre las comunidades inmigrantes que podría impedirles que asistan a la escuela”, dijo Garcetti en la carta.
De la misma manera, el sindicato de maestros de Los Ángeles (UTLA) expresó la misma preocupación en otra carta emitida en el mes de junio. “La manera en que ICE persiguió creca de una escuela al señor Avélica causó distorsión en toda la comunidad escolar”.
Tanto las escuelas chárter como el distrito escolar unificado de Los Angeles (LAUSD) reaccionaron para calmar el temor entre las familias inmigrantes y lanzaron una serie de resoluciones y recursos para garantizar la seguridad dentro de las escuelas declarandolas “zonas seguras”.
“A partir de febrero, en Avance hemos decidido ser más proactivos como escuela, para ayudar a nuestras familias a que estén listas para este tipo de situaciones”, dijo Mireles, quien es uno de los líderes que encabezan la coalición Escuelas de California son Santuarios (CASAS, por sus siglas en inglés).
Otro de los líderes de CASAS y director de participación de padres para las Escuelas PUC, Zenzontl Kuauhtzin, dijo, durante la asamblea escolar del viernes, que la unidad de la comunidad escolar de Avance fue inspiración para muchos educadores en Los Ángeles y en todo California.
“Todas las escuelas, todos los estudiantes, todos los educadores fuimos inspirados por ustedes. Nos unimos a hacer un llamado a que todos los distritos escolares en el estado adopten la resolución de ACLU y las herramientas para implementar reglamentos escolares que garanticen que ninguna familia tenga miedo en nuestras escuelas”, dijo Kuauthzin.
Durante el evento escolar, se pudo ver un rostro diferente de Fátima, a la que Mireles se refiere como “La Rosa Parks de esta época”. Está vez su cara se iluminó constantemente de sonrisas, que se habían borrado durante el tiempo que su padre estuvo detenido.
“Además de mis maestros y el señor Mireles, mis amigos y muchos de mis companeros conocían a mi papá y me dieron mucho apoyo”, dijo la estudiante del noveno grado, quien ya tiene definido que quiere convertirse en una abogada de migración.
“Estoy interesada en ser una abogada de migración porque quiero que nadie más pase por esto, quiero ayudar a otras familias a que no sufran”.