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Maestros DACA, no solo pierden ellos sino la educación de California

Araceli Martínez Ortega | September 26, 2017



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Saúl Jiménez, un maestro DACA haba durante una demostración esta semana en Los Ángeles sobre el impacto de la desaparición de este programa. (Foto suministrada)

Las oportunidades que se le abrieron a Saúl Jiménez para ejercer su carrera de maestro en 2012 al calificar para la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), están a punto de caduca, si para el 5 de marzo, no hay una solución para los 800,000 jóvenes beneficiados por el programa.

El problema es que de acabar DACA no solo impactará a profesores como Jiménez, quienes perderán su empleo al ya no poder renovar su permiso de trabajo, sino a la educación en momentos en que se habla de que California vive una seria escasez de maestros.

“Con DACA estaba feliz, contento. Cuando me enteré del fin del programa, primero anduve enojado, con mucho coraje hacia el sistema. No es mi culpa, decía. Después me sentí triste y confundido.No solo me va a afectar a mi, sino a los estudiantes”, reconoce Jiménez.

El Instituto de Políticas de Migración estimó que en el país hay 80,000 de los llamados dreamersque son maestros.

El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD) no sabe exactamente cuántos de sus maestros tiene DACA, pero su portavoz, Bárbara Jones, reveló que cuentan con 187 profesores con permisos de trabajo. “Nosotros no preguntamos cómo obtuvieron la autorización para trabajar. Por lo tanto, no sabemos si alguno de ellos es beneficiario de DACA”, señaló.

Las consecuencias de dejarlos ir

Desde hace dos años,  Jiménez es maestro de educación especial en las materias de historia y matemáticas para el LAUSD.

“La cancelación de este alivio migratorio en el área de educación afectará mucho porque cuando a un maestro lo corren o lo mandan a otra escuela, sufren los estudiantes porque se tienen que acostumbrar a otro profesor, a otra rutina, a un salón diferente”, opina.

Jiménez primero se graduó de maestro en educación física y después en educación especial. “Antes de DACA no podía trabajar como maestro”, admite. DACA detuvo su deportación y le otorgó un permiso de trabajo. Él fue traído de Colima, México cuando era un menor de un año de edad.

 Considera que en algunos casos, los despidos de maestros DACA puedan incluso provocar que los alumnos pierdan interés en la educación.

“Y puede afectar hasta el tamaño de las clases. Los estudiantes se tienen que ir a otros salones ya llenos o les ponen un sustituto. Vamos a tener más escasez de maestros, y eso va a afectar las escuelas, la educación de los niños, y va a ver muchos padres molestos”, observa.

Agravará escasez 

Frank Wells, portavoz del poderoso Sindicato de Maestros de California (CTA), dijo que el fin de DACA solamente empeorará la masiva escasez de maestros en el estado al colocar a los profesores actuales y los potenciales que califican para este alivio, en un limbo migratorio.

“Los maestros afectados están contribuyendo con el país que conocen como su hogar al trabajar duro, obtener una educación universitaria y educando a nuestros jóvenes”, mencionó.

Completó que las acciones del presidente Trump no toman en cuenta el importante trabajo que ellos hacen, y van a dañar al sistema de escuelas públicas, además de a un gran número de estudiantes cuyas vidas están en caos. “El Congreso tiene que actuar rápido para resolver este asunto y proteger a los soñadores”, expuso.

Con un tercio de los maestros cerca de su jubilación, el Centro para el Futuro de la Enseñanza y Aprendizaje estima que California necesitará 100,000 maestros más en la próxima década.

¿Qué pasará con los estudiantes?

José González es un maestro DACA de matemáticas en una secundaria chárter de Lake View Terrace – en el Valle de San Fernando- desde hace cuatro años. González fue traído a los 2 años de México. En 2013 se benefició de DACA cuando aún estaba en la universidad, estudiando economía.

“Sin DACA, mis opciones profesionales serían muy limitadas”, dice. Pero le preocupa más las repercusiones que la eliminación de este programa tenga en los estudiantes.

“Tengo 120 alumnos divididos en cuatro grupos. Son niños de entre 10 y 12 años. No sé cuántos maestros DACA – como yo – haya, pero si sacamos números, y cada uno atiende un promedio de 120 alumnos, el impacto sería muy grande“, expone.

González dice que es muy difícil poder explicar cómo se siente: “La mayor parte de mis alumnos son inmigrantes o son hijos de inmigrantes. Yo me identificó con mis alumnos. Ser maestro es algo que no cambiaría”, expone.

Impacto emocional

Alfonso Álvarez, miembro de la Junta Directiva del Distrito Escolar Unificado de Santa Ana, no tenía a la mano el número de maestros DACA que han empleado, pero aseguró que no están preparados para dejarlos ir cuando se les venza su permiso de trabajo.

“No los tenemos identificados. No sabemos cuántas clases tienen. No sabemos si vamos a poder encontrar maestros para que tomen su lugar”, señaló.

Aún más delicado, observó, es que el anuncio de acabar con DACA se da en momentos en que el Distrito hace todo lo posible por decirle a sus alumnos que no va a pasar nada con las redadas y operativos de migracion.

“Les estamos diciendo que en las escuelas están seguro, pero qué les vamos a decir ahora si un maestro DACA desaparece. ¿Qué explicación les vamos a dar cuando su maestro DACA favorito ya no pueda regresar porque se le expiró su permiso de trabajo? Esto va a tener un gran impacto emocional en los alumnos”, considera.

Este artículo es cortesía de La Opinión

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