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Más de un centenar de “Dreamers” piden en el Capitolio la aprobación del “DREAM Act” sin condiciones

Esmeralda Fabián Romero | October 4, 2017



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Cuatro “Dreamers” de California figuran entre más de un centenar de jóvenes indocumentados que presionaron hoy al Congreso a que apruebe el “DREAM Act”. (Foto: María Peña/Impremedia)

Por María Peña/ La Opinión

Más de un centenar de “Dreamers” de 25 estados, entre ellos cuatro mexicanos de California, recorrieron este miércoles los pasillos del Capitolio para presionar al Congreso a que apruebe el “DREAM Act” de 2017, en víspera del plazo para la última renovación de los permisos de “DACA”.

Desde las escalinatas del edificio Longworth, los jóvenes explicaron a este diario que viajaron a Washington a hablar con los congresistas y sus asesores, en particular con los republicanos, porque el tiempo apremia, y se niegan a regresar “a la sombra” una vez que venzan sus permisos para el programa de “acción diferida” (DACA) de 2012.

Sobre todo, quieren contrarrestar la narrativa negativa en círculos conservadores de que no merecen la legalización, y trasladar el mensaje de que el sacrificio de sus padres –los originales “soñadores”- no puede ser en vano.

La mayoría de los “Dreamers” en esta gira, organizada por “FWD.Us”, tiene un diploma universitario, o carreras ya formadas en múltiples industrias.

¨Que escuchen nuestras historias”

“Queremos que los legisladores escuchen nuestras historias, que entiendan la urgencia de copatrocinar el ´Dream Act´. Acá hay congresistas que jamás han conocido en persona a un inmigrante indocumentado, a un Dreamer,  y esas voces son importantes en este debate “, dijo Tom Evangelista, de  27 años  y cofundador del grupo “California Dreamers”.

“Vivimos con mucho temor, porque el gobierno tiene nuestra información, y no podemos regresar a la sombra, ya probamos nuestra parte del Sueño Americano… mi mamá falleció de cáncer, pero hizo muchos sacrificios para venir a EEUU, para que yo estudiara, y su sacrificio y el de otros padres no puede ser en vano”, afirmó.

Por su parte, Kimberly Galindo Díaz, de 24 años y graduada de la Universidad de California en Davis,  afirmó que se trata de “un asunto muy personal”, porque es la única en su familia “sin papeles” y la primera en ir a la universidad.

“Quiero estudiar leyes, tengo muchos planes. Mi mamá es residente, pero no he visto a mi papá en Tepatitlán en 15 años y quiero que venga; este problema tiene literalmente dividida a mi familia”, explicó.

A su lado,  Sergio Chairez, de 22 años y con dos títulos de la Universidad de California en Irvine,  dijo sentirse optimista de que pudo explicar al congresista republicano de su distrito, David Valadao, el impacto de la anulación de “DACA” y la necesidad de que “los Dreamers no perdamos el sentido de seguridad”.

“El congresista Valadao apoya el Dream Act, y nos dijo que está tratando de recabar más apoyo republicano… mi permiso vence en junio de 2018, y no quiero perder lo que he conseguido con DACA”, dijo, por su parte,  Marco Ortiz Sánchez, quien estudia en la Universidad de California en Irvine y, a sus 18 años, ya diseña su propia línea de ropa.

Jornada de presión política

Los “Dreamers”, provenientes de 25 estados, se desplegaron a varias oficinas del Congreso para pedir la aprobación del “DREAM Act” de 2017,  y entre ellos figuran maestros, ingenieros, empresarios, y estudiantes de facultades de medicina y ciencia, y de programas de licenciatura o posgrado.

Tres de los “Dreamers” tienen previsto acompañar en una rueda de prensa a los coautores de la medida, el senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, y su colega republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham.

La idea es que los legisladores puedan usarlos de ejemplos de casos de la vida real y explicar cómo los “Dreamers” han contribuido a la economía y fortalecimiento del país.

La medida bipartidista, una de varias ante el Congreso, abriría un sendero hacia la legalización y ciudadanía de los jóvenes amparados al DACA, aunque el  universo de posibles beneficiarios sería de hasta 1,8 millones.

Mañana vence el plazo para la última renovación de los permisos de “DACA” para los que vencen entre el 5 de septiembre y el 5 de marzo de 2018, y la Administración no piensa extenderlo.

Según datos proporcionados hoy a este diario, de los 154,234 permisos afectados por ese plazo, 42,669 no han solicitado una renovación, o 27,6% del total.  La Administración no ha precisado qué ha pasado con ellos.

En la actualidad, cerca de 690,000 jóvenes indocumentados tienen “DACA”, pero su eliminación escalonada significa que, sin una acción del Congreso, éstos quedarán expuestos a la deportación.

La Administración Trump dio al Congreso un plazo de seis meses, hasta el 5 de marzo de 2018, para que encuentre una solución permanente a la situación de los “Dreamers”.

Si el Congreso no aprueba alguna medida de legalización, los “Dreamers” comenzarán a perder sus permisos bajo “DACA” entre 2018 y mediados de 2020, a un ritmo de unos 30,000 por mes.

En los últimos días, diversos líderes demócratas de ambas cámaras del Congreso se han sumado a la campaña a favor del “DREAM Act” de 2017, entre ellos los senadores Tammy Duckworth, de Illinois, y Chuck Schumer, de Nueva York.

Los “Dreamers” y demás inmigrantes “son parte del tejido de quiénes somos como nación… lideramos en el mundo pero no podemos hacerlo si le damos la espalda a la propia gente que rejuvenecerá, renovará y nos permitirá crecer y continuar prosperando en el próximo siglo”, dijo Duckworth, hija de madre inmigrante.

“Si no tienes compasión y no te importa el sufrimiento y la separación de familias, y que los jóvenes no puedan planear su futuro, entonces por lo menos deberías preocuparte por la fortaleza y la economía de nuestra nación”, argumentó Duckworth, veterana del Ejército.

La Casa Blanca dijo el lunes pasado que el presidente Donald Trump quiere una reforma migratoria “responsable”, que incluya elementos para la seguridad fronteriza y la aplicación de las leyes migratorias al interior del país.

Ayer, durante una audiencia sobre “DACA”, el presidente del Comité Judicial del Senado, Chuck Grassley, repitió la exigencia republicana de que cualquier medida debe incluir más vigilancia en la frontera y cerrar el “grifo” de empleo de inmigrantes indocumentados a través del uso obligatorio del programa federal “E-Verify”.

Tanto los demócratas como los “Dreamers” replican que el Congreso debe aprobar un “DREAM Act” sin ataduras o condiciones.

La medida bipartidista tiene el apoyo de algunos conservadores, pero el liderazgo no ha programado un voto en ninguna de las cámaras del Legislativo.

Este artículo es cortesía de La Opinión

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