Comentario: ¿Quiere lograr cambios poderosos y duraderos en el sistema de educación? Haga un plan con los padres
Guest contributor | October 5, 2017
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Por Alex Cortez y Yordanos Eyoel
¿A quién le pertenece el plan para los cambios en educación?
No es inusual (y en realidad es alentador) escuchar a los reformadores de educación proclamar: “¡Necesitamos ver a los padres ejercitar su poder en la educación para lograr ‘X’!”
Pero ‘X’ generalmente es el plan que –con buenas intenciones– ha creado el que hace la proclamación. Puede no ser el plan que tengan los padres. Y por eso puede no ser el plan que los padres vayan a apoyar. Como lo hemos lo mencionado anteriormente: “Si realmente creemos que el cambio del sistema sólo ocurrirá cuando los padres ejerciten su poder, entonces debemos estar cómodos con ellos ejercitando este poder en función del plan que ellos creen. Esto no quiere decir que como reformadores de educación tengamos que renunciar a tener un plan. Es completamente legítimo que tengamos un plan basado en nuestras creencias sobre lo que es un buen sistema escolar. Pero si en verdad vemos a los padres como agentes poderosos de cambio en sus comunidades, entonces no podemos asumir que nuestro plan sea su plan”.
Al escuchar a padres y líderes en educación y aprender de ellos, creemos que el cambio efectivo y duradero es el producto de un plan compartido, con todas las partes comprometidas a:
- Invertir en relaciones formadas sobre la base de confianza, respeto y colaboración;
- Ser transparentes sobre los intereses de cada uno e identificar metas compartidas; y
- Trabajar juntos en forma tenaz y flexible para lograr esas metas compartidas.
UN PLAN COMPARTIDO EN ACCIÓN
En 2016, padres y educadores de la escuela primaria Comienza Community Prep de KIPP LA en el barrio de Huntington Beach decidieron iniciar una campaña para buscar más lugares en escuelas medias para sus hijos.
Seis años antes, en el verano de 2010, Nina Trujillo no estaba segura de los tres extraños que se le acercaron en el parque preguntándole si tenía hijos. Nina sí tenía una hija, Michelle, que estaba por empezar kínder ese otoño. Y Trujillo no estaba segura de que esto fuera incumbencia de estas personas. Los tres extrovertidos extraños resultaron ser personas reclutando padres para una nueva escuela chárter.
“Me explicaron la escuela que querían crear, y la promesa que estaban haciendo para trabajar por nuestra comunidad”, dijo Trujillo. “Nos pidieron a mi esposo, mi hija y a mí que visitáramos su oficina, y después que lo hicimos, nos preguntaron si podían venir de visita a nuestra casa. Yo nunca experimenté eso cuando era niña –la idea de que los maestros vinieran a tu casa y te preguntaran cómo podían integrar una escuela a nuestras vidas”.
La escuela KIPP Comienza abrió sus puertas ese mismo año con la promesa de ofrecer una excelente educación. Eventualmente la escuela se convirtió en una parte integral de la familia Trujillo.
KIPP Comienza también mantuvo esa promesa con la comunidad. En 2016, el 86 por ciento de los estudiantes de cuarto grado de Comienza alcanzaron o excedieron los estándares en el examen estatal de inglés (59% excedieron los estándares). En matemática, un 81 por ciento alcanzó o excedió los estándares (52 por ciento los excedió). Esto hizo a KIPP Comienza la escuela de más alto rendimiento con estudiantes de bajos recursos en toda California (el 90 por ciento de los estudiantes de Comienza califica para programas de almuerzo gratuito o con descuento).
En contraste, las dos escuelas primarias del distrito más cercanas vieron sólo de un 17 a un 20 por ciento de sus estudiantes de cuarto grado alcanzar o exceder los estándares en el examen estatal de inglés y de un 16 a un 31 por ciento alcanzando o excediendo estándares en matemática.
Cuando llegó el momento para que su hija hiciera la transición de cuarto a quinto grado, Trujillo enfrentó la dura realidad de que KIPP LA, por ley, no podía darle preferencia en la inscripción a estudiantes de las escuelas primarias KIPP a las escuelas medias KIPP. Michelle tendría que participar de una lotería para cada una de las escuelas medias KIPP y esperar lo mejor.
Trujillo completó los formularios para cada lotería. Fue a una, y no llamaron el nombre de Michelle. Fue a otra, y el nombre de Michelle tampoco se llamó. Con cada rechazo había lágrimas y ansiedad. No fue hasta el sorteo de la tercera escuela media KIPP que el nombre de Michelle fue seleccionado – en el penúltimo sorteo. Trujillo todavía lagrimea cuando recuerda ese momento.
“Se llama lotería porque te da una idea de ganar, pero para tantos padres y estudiantes, también da una idea de perder”, dijo. “Uno ve la educación que quiere para su hijo, pero porque hay muy pocos lugares buenos no la puedes obtener”.
Para entonces, Trujillo ya tenía una segunda hija en Comienza. Gracias a la preferencia de hermanos, sin embargo, ella no iba a correr el riesgo de no asistir a una escuela media KIPP. Trujillo también se había convertido en presidenta del Consejo de Liderazgo de Familias de KIPP Comienza, y decidió que “ya no se trataba de mí, pero de mi comunidad. Ningún padre debería pasar por lo que yo pasé con Michelle”, dijo Trujillo. “Tenía que hacer algo”.
Entonces Trujillo, otros padres de Comienza y educadores de KIPP decidieron unirse, invirtiendo tiempo y compromiso.
3 COMPONENTES PARA CREAR UN PLAN COMPARTIDO EFECTIVO Y SOSTENIBLE
- Invertir en relaciones formadas sobre la base de confianza, respeto y colaboración Fue un proceso para KIPP LA formar relaciones profundas y genuinas con sus familias.
“Al comienzo estábamos concentrados en resultados. Luego nos concentramos en resultados y operaciones sustentables. Luego en resultados, operaciones, y en encontrar y retener buenos maestros”, dijo Marcia Aaron, CEO de KIPP LA. “Pero las cosas no terminaron de realizarse hasta que nos concentramos en resultados, operaciones, maestros y colaboración con la comunidad”.
Esta colaboración se extiende a todos los aspectos de la cultura de KIPP Comienza –desde participación inicial con los padres en sus hogares y roles activos de padres en la escuela, hasta participación en el gobierno de la escuela. Los miembros de la junta de KIPP LA se reúnen con los padres como parte de su evaluación anual del desempeño de la región. Los maestros se toman el tiempo de compartir con los padres lo que está pasando en los salones de clase y cómo los padres pueden apoyar eso en su casa. Los padres invitan a los maestros a sus hogares para eventos familiares los fines de semana, y los maestros van porque se sienten parte de la familia.
“En Comienza las mañanas siempre son una reunión familiar”, dijo un padre.
Y como con toda relación –y en toda familia— no está libre de conflictos. Pero por la cultura de colaboración y la inversión en esta cultura, los padres y los maestros pueden participar directamente. Un Consejo de Liderazgo de Familia de Comienza se reúne regularmente con los líderes de la escuela para representar la voz y las necesidades de los padres.
- Ser transparentes sobre los intereses de cada uno e identificar metas compartidas.
Como organización de manejo de chárter de alto desempeño, KIPP tenía interés en abrir nuevas escuelas en LA. Trujillo sintió el llamado para apoyar a su comunidad en base a sus experiencias. Pero la mayoría de los padres de Comienza estaban concentrados literalmente en intereses más cercanos –otra escuela media KIPP en su barrio para aumentar las posibilidades de que sus hijos pudieran recibir una educación TK-8 continua y de alta calidad.
Ninguna de las personas que entrevistamos estaba segura de quién era la idea específica de KIPP Fuerza, una nueva escuela media KIPP cerca de Comienza que respondería a esta necesidad de una escuela media. Trujillo pensó que la idea era de ella y los padres. El personal de KIPP pensaba que ellos la habían originado, aunque el líder de la escuela Comienza, Hadley Huberman, reconoció que “sin el apoyo de los padres, esto nunca iba a ocurrir”.
Algunos estaban interesados en un cambio sistémico más amplio, y otros en las necesidades específicas de sus propios hijos. Pero todos fueron claros respecto a sus intereses, y en este caso no fue difícil identificar una meta compartida que coincidiera con todos los intereses: más lugares en escuelas medias KIPP para las familias de Comienza.
Ahora, ¿qué hacer para que eso ocurra?
- Trabajar juntos en forma tenaz y flexible para lograr esas metas compartidas
A partir de 2015, los padres de KIPP Comienza, trabajando con el personal de KIPP, empezaron a organizarse para obtener aprobación para KIPP Fuerza a través de reuniones regulares de planeamiento. KIPP LA encontró un aspirante para participar en el programa de preparación de líderes de KIPP Fisher Fellowship, de un año de duración, para abrir una escuela en el verano del 2016, y KIPP completó una solicitud extensa y detallada para una nueva escuela chárter.
La aprobación de la escuela chárter requería un voto positivo de la junta del Distrito Escolar Unificado de Los Angeles (LAUSD). Para elevar el perfil de los padres de Comienza y su influencia en aquellos en posiciones de autoridad, la escuela y la comunidad de padres organizaron oportunidades para aprender sobre el ambiente cívico y la influencia de la junta escolar en las escuelas chárter. También registraron a las familias para votar en las siguientes elecciones locales para la junta escolar de LAUSD. La escuela hasta organizó un foro de candidatos para los miembros de la junta escolar, aunque sólo un candidato asistió para escuchar a los padres y participar en el diálogo.
En noviembre, a pesar de sus esfuerzos, el equipo colectivo de Comienza estaba preocupado por la aprobación de Fuerza por parte de la junta escolar. Entonces era tiempo de ser creativos. ¿Por qué no promover Fuerza no sólo como una nueva escuela sino también como una enmienda a Comienza y dejarla crecer directamente para ofrecer grados TK-8? Esto también tendría la ventaja adicional de no tener lotería en la transición de primaria a media.
El equipo decidió buscar tanto la enmienda de Comienza como la aprobación por parte de la junta escolar de Fuerza como una nueva escuela, y presentar ambos proyectos para votación –en ese orden deliberadamente—en la reunión de la junta escolar de LAUSD en marzo. El plan era que si la enmienda a Comienza se aprobaba, sacarían de la agenda de LAUSD la propuesta de Fuerza. Esto les daba más opciones tanto al equipo de KIPP como a la junta escolar. Fue un pivote de lo que los padres originalmente se habían organizado, pero representaba una flexibilidad necesaria que todos creían aumentaría las probabilidades de lograr su meta compartida.
En preparación para la decisión de la junta de LAUSD en marzo, más de 200 padres escribieron cartas en inglés y español al superintendente y la junta escolar. Los maestros escribieron cartas. Un par de padres se ofrecieron a testificar y trabajaron con el personal y sus pares para preparar su testimonio.
Y parafraseando un viejo dicho militar, “la estrategia y las tácticas son nada sin la logística”. El día de la reunión de la junta escolar, Comienza organizó un grupo pequeño de padres para cuidar a los niños que se dejaban en la escuela a las 6 de la mañana. Esto les permitiría a la mayoría de los padres llegar antes de las 7 de la mañana para ser admitidos en la reunión de la Junta Escolar ese día. Otro grupo de padres estaba programado para cuidar a los niños después de las 5 de la tarde, ya que no se sabía a qué hora se les iba a permitir testificar y cuándo se produciría la votación.
Comienza rentó un autobús para trasladar 80 padres y distribuyó cajas de almuerzo a los padres esperando afuera bajo el sol de California desde las 7 de la mañana a las 1 de la tarde, cuando se les permitió ingresar al edificio. Los padres se apuraron para sentarse en las filas de adelante, todos usando playeras KIPP de colores fuertes, asegurando que su presencia fuera clara y visible para la junta escolar.
La junta escolar siguió su agenda, y un presentador antes de los padres se levantó y criticó duramente a las escuelas chárter. Esta fue la primera vez que la mayoría de estos padres escuchaban a alguien atacar su escuela en un foro público. Esto los puso mucho más nerviosos y mucho más determinados a empujar su plan.
Un padre miró a Trujillo y preguntó: ¿Por qué está aquí? Esto ya no le afecta a usted”.
“Yo no quiero que ningún padre tenga que pasar el dolor de la lotería que yo tuve que pasar”, contestó Trujillo.
Se abrazaron y el otro padre dijo: “Usted me acaba de dar la fuerza para hacer oír mi voz”.
Y luego, antes de que los padres pudieran testificar, la junta escolar decidió por unanimidad aprobar la extensión de Comienza a una escuela TK-8. KIPP retiró la solicitud de Fuerza de la agenda. Los padres empezaron a llorar, sin estar seguros al principio de lo que había pasado. Parecía casi decepcionante. Todavía no habían ofrecido sus testimonios – pero habían hecho sentir su presencia y su poder.
“Los padres de Comienza habían hecho clara su posición a través de sus cartas, organizando un foro de candidatos, estando presente y estando preparados”, dijo Sarah Hughes, Jefa de Personal de KIPP LA. “Su credibilidad y su voluntad de presentar su posición en la reunión de la junta escolar fueron tan poderosas como si hubieran ofrecido testimonio”.
LA INVERSIÓN VALE LA PENA
Los intereses no siempre van a coincidir tan fácilmente como lo hicieron para KIPP Comienza.
“Padres como aquellos de Comienza, mientras más ganan, más se dan cuenta del poder que tienen, y más poder usan, incluyendo promoviendo planes más allá de KIPP”, dijo Mayra Salazar, gerente de participación familiar y comunitaria de KIPP LA.
A medida que los padres y las comunidades aprendan a ejercitar su poder, elegirán planes más amplios, que no estarán sólo concentrados en educación. Sus planes no siempre estarán totalmente alineados con los intereses de reformadores de educación o aquellos con la capacidad de financiar cambios. Y los padres ejercitarán su poder para hacer responsables a las escuelas por los resultados –tanto a las escuelas de distrito como las escuelas públicas chárter.
Esto es lo que hace el trabajo complicado, aunque no más que los problemas de desigualdad en la educación que esto intenta resolver.
Como dice Trujillo, “para tener éxito, uno tiene que saber su propio interés y poder confiar en la otra persona y encontrar intereses en común –y eso no ocurre rápidamente”.
Como reformadores de educación, tenemos que invertir nuestro tiempo y esfuerzo en ganar esa confianza si queremos cambios transformadores para las comunidades. Eso significa preguntar y escuchar para entender las necesidades y prioridades de las comunidades con las que trabajamos. Requiere que demostremos nuestro valor y credibilidad antes de participar de un diálogo sobre nuestros intereses. Y donde logremos un acuerdo en torno a intereses en común, tenemos que tener la fortaleza de permanecer con los padres a lo largo de la lucha de largo plazo para lograr cambios en el sistema, el cual tendrá sus victorias y reveses.
Sin embargo, si nos comprometemos a hacer esto, no estaremos solos en tratar de lograr cambio. Ambos seremos socios poderosos, y tendremos socios poderosos.
Alex Cortez es socio gerente de New Profit y lidera el fondo Reimagine School Systems de la organización. Yordanos Eyoel es socia adjunta de New Profit y co-lidera el fondo co-lidera el fondo Reimagine School Systems de la organización.