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Cada semana, nos sentamos con los padres de Los Ángeles para hablar sobre sus estudiantes, sus escuelas y qué preguntas o sugerencias tienen para su distrito escolar. (Vea nuestras entrevistas anteriores).

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Casi 84,000 estudiantes en el LAUSD están inscritos en algún tipo de programa de educación especial o reciben apoyo especial. Pero lo que la escuela tiene para ofrecer puede no ser suficiente para que un niño tenga éxito en la escuela desarrollando su máximo potencial.

Mary Lee, una madre del sur de Los Ángeles, cuyo hijo fue diagnosticado con TDAH or ADHD por sus siglas en inglés a una edad temprana y más tarde con síndrome de Asperger, tuvo que convertirse en la defensora de su hijo para exigir el apoyo adecuado de su escuela del LAUSD. Ella aprendió que si no lo pide, su hijo no obtendrá lo que necesita.

“Tenía que ser la voz de mi hijo para exigir lo que mi hijo necesita en la escuela. Ese es un segundo hogar, por lo que la escuela debería estar haciendo lo que estamos dispuestos a hacer en casa, enseñándoles a tener una vida exitosa. Ese es el desafío, pero podemos lograrlo “, dijo.

A Lee le preocupa que muchos padres como ella, en comunidades de color, no tengan el mismo acceso a la información y recursos dentro y fuera de la escuela para ayudar a sus hijos con discapacidades de aprendizaje, por lo que comparte sus conocimientos y experiencia como mentora de los padres defensores. para la Red de Necesidades Especiales, un grupo de defensa de California para padres con niños con necesidades especiales en comunidades desatendidas.

Su hijo ahora asiste al colegio comunitario y continúa necesitando su apoyo, pero cree que conocer sus derechos y saber cómo acceder a los recursos y el apoyo adecuado marcó la diferencia para él. Ella quiere las mismas oportunidades para todos los niños, y esto es lo que quiere compartir con otros padres.

¿Qué es lo primero que debe hacer cuando piensa que su hijo tiene una discapacidad de aprendizaje?

Debe contar con un equipo de médicos y profesionales que comprendan las necesidades de su hijo. Necesita encontrar un pediatra que lo referirá a especialistas o un médico de cabecera en quien pueda confiar, luego deberá buscar un psicólogo, un psiquiatra o un terapeuta; puede llevarte tiempo reunir a ese equipo, ir a dos o tres lugares diferentes. Al principio, es posible que deba abandonar su trabajo porque debe poner en marcha esos servicios. El tiempo es crítico. Mientras más tiempo lleve para apoyar a su hijo, entre más problemas surjan, menor será su autoestima y menores serán sus posibilidades de éxito académico. Y necesitamos un equipo de educadores dedicados en el sitio escolar.

¿Cuál es la mayor barrera para que los padres obtengan esos servicios?

La mayoría de nosotros, padres de familia, no tenemos el tiempo, el conocimiento, y creemos que no tenemos los recursos porque no podemos acceder a ellos. La mayoría de las veces, las escuelas no están conectadas a estos servicios, por lo que no sabemos a dónde ir. Nuestro acceso y recursos limitados se convierten en una verdadera barrera  para el lugar donde necesitamos llegar con nuestros hijos, y muchos de nuestros padres realmente tienen que sacrificarse hasta el punto de la pérdida de ingresos, la pérdida de vivienda, pero esa pieza de resistencia para luchar por nuestros hijos nos va a llevar allí.

¿Cómo abogas por que tu hijo reciba el apoyo adecuado en la escuela?

Tienes que usar tu poder de padre. Tienes que usar tu instinto porque nadie conoce a tu hijo como tú y sabes cuándo las cosas no están bien. Algunas escuelas saben lo que deben hacer, con educadores que trabajan como tus aliados, pero en el LAUSD es triste decir que hay buenos educadores con títulos que los respaldan pero que carecen de conocimiento. Entonces se debe tener un plan y pedir el apoyo de consejeros escolares, reunirse con los maestros, tener un plan en mente, convertirse en el CEO del equipo de tu hijo co la meta de llevarlo a la universidad. La universidad es posible para ellos, y para llegar allí la escuela tiene que convertirse en un verdadero aliado. Debemos asegurarnos de que los administradores escolares inviertan más en el desarrollo profesional de los educadores para poder ser conscientes de que cada niño es único y crear un entorno de aprendizaje donde todos los niños se sientan incluidos.