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Un calendario escolar predecible para el LAUSD

LA School Report | February 2, 2017



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By Henrik Rehbinder

El debate reciente sobre el calendario del año escolar en el LAUSD pareció una mala película repetida, con una invitación de volverla a ver el año que viene. El final fue feliz, pero basta con mirarla una sola vez.

Finalmente como ocurrió en 2016, durante la segunda semana de enero se se votó 5-2 en la Junta Educativa en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles para continuar con las mismas fechas del año anterior y con el encargo de que se hagan estudios para poder decidir con un calendario a la largo plazo.

Se esperaba establecer fechas para los años siguientes, pero se pospuso otra vez a cambio de buscar información. Parecería que hay un placer sádico por querer reinventar la rueda cada 12 meses con el fin de inquietar a quienes esperan algo predecible para planear sus vidas alrededor de esta fechas.

• Leer más: El calendario escolar de LAUSD es definitivo — pero sólo por un año

Me refiero específicamente a los padres.

El argumento de siempre es si el ciclo escolar del LAUSD debe comenzar en la segunda semana de agosto o cerca del Día del Trabajo en septiembre. En esta ocasión a los integrantes de la Junta Richard Vladovic y George McKenna -los dos votos en contra en ambos años- se les unió al principio Scott Schmerelson. Los tres dijeron que no querían interrumpir las vacaciones de los alumnos y el tiempo familiar.

Aunque no todos los padres piensan así.

Las familias de ingresos bajos, que integran el 80% del distrito, prefieren que las clases comiencen temprano y que los estudiantes estén el mayor tiempo posible en la escuela. Para estas familias es complicado el arreglo que deben hacer para que los niños estén bien atendidos cuando están trabajando.

En la comunidad inmigrante el fuerte deseo de superación de los padres de que sus hijos triunfen en esta tierra y que tengan más oportunidades que ellos, les creer que cuando más clases haya es mejor.

Los padres de menores recursos prefieren tener a los niños la mayor cantidad de tiempo posible en la escuela. Aunque lo importante no es cuántas horas se está en clases sino cómo se utilizan.

El ciclo académico del LAUSD está más o menos en el medio entre los más largos y cortos.

En Finlandia el sistema con mejor rendimiento del mundo (top performer) tiene  608 horas por año escolar comparado con más de 900 del LAUSD y 1,167 en México.

Pero tampoco hay que reducir los días escolares, tal como aparentemente esperaban que ocurriese algunos padres del LAUSD.

La integrante de la Junta del LAUSD, Ref Rodriguez, comentó en su momento que el debate sobre el calendario había sido poco claro, que algunos padres apoyaron el inicio tardío de las clases hasta que descubrieron que eso significaba vacaciones de invierno más cortas.

Schmerelson piensa que es mejor retrasar el calendario porque si todo el mundo viene a divertirse a California, especialmente en julio y agosto, y los estudiantes del LAUSD también merecen divertirse. Finalmente, él votó por continuar con el mismo calendario por temor a que las escuelas charter, que empiezan antes, les quite alumnos a las escuelas normales.  

Mientras que es preocupante que  McKenna crea que su plan de retrasar el inicio del  año escolar, y tener menos de una semana libre de Acción de Gracias, no cause deserción escolar cuando el personal del LAUSD piensa todo lo contrario.

Además el mismo integrante de la Junta también argumentó que no tiene sentido que todo el distrito tenga que acomodarse a la necesidad de algunos estudiantes de secundaria. A esos que le beneficia terminar el primer semestre alrededor de las vacaciones de invierno para poder registrarse con tiempo a la universidad.

Eventualmente todo estudiante debería pasar por ese proceso en su último año, no hay nada malo que un estudiante se adapte a ese calendario sería el beneficiado.

Finalmente está el argumento del calor,  el costo de usar el acondicionado o el no tenerlo. Quizás si se eliminará de una vez la opción de adelantar fechas del inicio escolar se podría planear a largo plazo y guardar dinero para atender esa necesidad.

Cada año se escuchan los mismos argumentos como un disco rayado y se pide un nuevo estudio para el próximo año que suele ser incompleto. Mientras tanto se mantiene en vilo a todos.

En este 2017 el LAUSD debería de realmente de buscar la opinión de la mayoría de los padres. No es fácil hacerlo en un distrito con más de 600,000 alumnos, por es necesario que los padres y sus activistas se muevan para poder tener un calendario a largo plazo en vez de pasar por la misma agonía todos los años.

Se puede decir que la gran mayoría de los padres quieren el calendario 2017-2018  que comienza a mediados de agosto y que este es el más apropiado para reducir el ausentismo y cubrir las necesidades académicas de los alumnos.

Ya debería ser suficiente para que la próxima vez cuando se apruebe — porque se aprobará como se ha venido haciendo — sea por varios para dedicarnos a otros temas importantes.


Henrik Rehbinder fue editor de la sección de Comentarios de La Opinión y ahora es escritor independiente.

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